Un huracán de emociones nos ha acontecido en donde vivimos y experimentamos los más grandes y fenomenales sentimientos, aquellos que la boca no expresa sino el cuerpo, aquellos que generan un entusiasmo colosal y que me dejan inquieto, siento vibrar mi cuerpo y mundo entero, no puedo parar de sentirlo, no puedo parar de vivirlo.

Una tormenta de conmociones está cerca, una que no quisiera que culmine, que de hecho anhelaría que me lleve consigo a donde vaya, a donde quiera que ella cese.

Exaltado está mi corazón inquieto por lo que vaya a suceder y temeroso por cuanto vaya a doler, aquel increíble e inconcebible golpe de proporciones astronómicas, que poco a poco se acerca y acerca, y que promete estremecerme la vida entera.

No tengo miedo, de hecho, me hallo entusiasmado, puesto que los segundos no son suficientes para contar el tiempo en el que aquel fenómeno sentimental nos vaya a conmover: ¡quisiera que ya llegue! y que al momento de impactar tenga la dicha de volver a respirar.

No es fácil, ya que al igual que en la Odisea, me veré envuelto en un sinfín de aventuras y encrucijadas de épica categoría, en donde debo mostrar mi valía para ser digno de ser tuyo algún día. Toma mi mano y no la sueltes, ven conmigo y entremos juntos al ojo del huracán, para en esta voraz y fascinante tormenta, permanecer juntos como aliados, amigos y amantes, los dos muy enamorados.

Si alguien va a salir lastimado voy a ser yo, seré yo quien detenga todas tus balas, seré yo quien reciba tus sombras, seré yo quien confronte a todos tus temores, juntos de la mano completamente agazapados en donde confío en que no saldré vulnerado, puesto que es tu afecto el que me ha inspirado, y porque tengo la certeza de que mi corazón está en buenas manos. 

Un acontecimiento de magnitudes colosales se halla cerca, en donde será el cuerpo quien nos hable, con un ritmo y sensación espectacular, en un lenguaje incomprendido para los demás, en donde seremos solo tú y yo, quienes sobrevivamos al huracán. El huracán del sentimiento y pasiones, aquel cuyo impacto es tan grande, que destroza las demás emociones, dejando solo una, que perdura y vive durante siglos, aquella que nos mantiene unidos y fuertes, y que prometo proteger y resguardar para que nadie jamás me la vaya a quitar.

Mientras estés a mi lado nuestro lazo juntos siempre será más fuerte que cualquier tormenta que nos vaya a acechar, y no tengo miedo de sufrir los más grandes riesgos y acontecimientos, no si es con el fin de verte brillar cual lucero, aquel que siempre es la estrella más grande en mis noches más oscuras, aquella que alumbra y enciende mis noches con su característica ternura.

 - José Joaquín Díaz.

Es mejor vivir con ilusión que perderla sin razón, pues para un hombre como yo, es mejor vivir en ilusión. Con esa fuerza que tú, sin saberlo, me brindas, puedo hacer todo mejor cada día. Eres tú mi guía, la armonía que mis oídos precisan para ser siempre feliz e inspirar mi vida.

Es mejor vivir inspirado.

Es mejor vivir con inspiración que abandonarla sin motivo. No tiene gracia perder aquello que amas, menos si ya es parte de tu alma. No quiero renunciar ni abandonarte. Puede que no sea tan valiente para apostarlo todo y perderte en el camino, pero una cosa es segura: aprovecharé cada día contigo.

Es mejor vivir entusiasmado.

Es mejor vivir con entusiasmo, aquel que provocas al verte, al conocerte, al manifestarte en mi mente. Todo el tiempo me siento inspirado gracias al sentimiento que mi corazón ha manifestado. Una intensa emoción que no puedo ocultar y que hace que mi corazón lata exaltado cada día.

Es mejor vivir alucinado.

Es mejor vivir con alucinaciones, que se manifiesten y cobren vida en mis sueños, que me hagan sentir deslumbrado al saber que contigo he soñado. Siempre estarás en dos lugares importantes: en mi mente y en mi corazón, donde sueño y vivo contigo todo el tiempo.

Es mejor vivir admirado.

Es mejor vivir con admiración por una persona como tú, que mueve mis cielos con asombro cada día, haciéndome sentir valorado y convirtiendo mi vida en una maravilla completa. No puedo imaginarme qué sería de mí ahora sin ti y este sentimiento tan grande que me hace admirarte.

Es mejor vivir apasionado.

Es mejor vivir con pasión para hacer las cosas con fervor cada día, donde lo pequeño se hace grande y lo insignificante toma un valor incalculable. Con un sentimiento que me hace comprender lo importante y valiosa que eres en mi vida, y qué sería de ésta si tú no existieras.

Es mejor vivir fantaseando.

Es mejor vivir con la fantasía y el sentimiento de que algún día comprendas y sientas lo que mi corazón te dicta. Es mejor sentir una ilusión que te haga vivir con pasión cada día, y te sirva de inspiración para hacer de tu fantasía un entusiasmo real. Vivir completamente embelesado y maravillado con el hecho de que coexistas a mi lado. Nunca dejaré que un capricho me quite los sentimientos que me han cautivado y han hecho de mi vida la más grande armonía, pues tú eres mi guía, quien me inspira y motiva, y ha hecho de mi vida mi novena sinfonía.

- José Joaquín Díaz.  

Recuerdo bien estar ahí, tan quieto y sin hacer un solo ruido. No distinguía nada a mi alrededor: de lo único que era capaz de percatarme eran de aquellas sombras. Aquellas que siguen el hilo del tormento; uno del que no se puede escapar, ni evitar; y al igual que un depredador, asecha a su presa y espera en donde más paz y tranquilidad haya para en ese instante poder abalanzarse y atacar. De una forma cruel y sin piedad te arrancan lo que más aprecias y más anhelas cuidar: ¡tu humanidad! Te arrancan la compasión, te arrancan tu piedad llenándote de un vacío existencial que lentamente te consumirá y contigo acabará, un destino que no puedes evitar.

Pero, aun así, si fuera tan cruel entonces, ¿Por qué encontrar una razón para vivir?

—Porque torturarse viviendo así —exclamó. Porque no simplemente tomar el camino fácil y morir aquí.

Es fácil, es porque esa es tu identidad, es algo que ni siquiera con la muerte puedes evitar, no lo puedes negar. —este soy yo, esta es mi identidad, —dijo sin titubear. Esto es lo que te hace único, no puedes rechazarme —Dije yo, aquella voz en su cabeza.

—Y, aun así, yo sigo aquí luchando por sobrevivir —se respondió a sí mismo. 

Como estar perdido en una cueva vacía y llena de oscuridad, en donde sabes que la única salida es la muerte; sin embargo, sigues vivo, sigues luchando por encontrar una salida, por encontrar un rayo de esperanza y no abandonarlo, y que no te lamentes por nada, que no te lamentes por lo que hiciste, por lo que lograste, porque al menos lo intentaste.

Solo sigue corriendo y no mires atrás, ni se te ocurra volver a mirar atrás. —¡Quiero escapar de este infierno!    —gritó entre lágrimas.

Perdido en la oscuridad avanzarás, luchando por sobrevivir, luchando por respirar, aunque sabes que no debes lo haces, porque no tienes nada ni nadie que te lo pueda impedir.

Sigues aquí, pues lucha, y no mires que hay atrás, puesto que aquello que abandonaste olvidado está.

Se repite una y otra vez; pero, tú ni escuchas, ¿verdad?

Luego vas y cruzas una puerta; te encuentras una pesadilla, que en ti refleja el miedo que alguna vez sentiste, y del que no puedes escapar, uno que jamás olvidarás. Y entre lágrimas, suplicas por ayuda.

Pero no vino nadie.

Y entonces sabes que debes tomar acción, el momento en que reflexionas que, si vas a sobrevivir es por tu propia cuenta: y lo haces, arremetes contra aquello a lo que más temes y lo lastimas, no te detienes y sigues hasta que ves su sangre. Después te horrorizas por lo que hiciste y cuestionas tus actos, pero, sigues y sigues, es por tu supervivencia que lo haces, aquello no tendrá piedad contigo así que tú tampoco.

Enfrentas tus miedos y tus pesadillas y lo haces solo, ya que no tienes a nadie, pero sigues y no te detienes, puesto que sabes que si vas a salir de este hoyo lo harás por tu propia cuenta y sin ayuda de nadie.

Después cuando todo se ha calmado, tomas un respiro y ves como en la oscuridad una pequeña luz se ha encendido, es una vela cuya flama es azul.

—¿Acaso es esperanza? —se preguntó. Quien sabe, pero al menos es un momento de calma...

- José Joaquín Díaz. 

¿Qué diferencia existe entre la lealtad y la deshonestidad? ¿Crees que es fácil de decir? Por supuesto que sí, al menos para ti, tú que nunca has hecho nada malo que no denote y sobresalgan tus engaños. Qué fácil es mentir, más aún cuando se trata de qué excusas tienes que decir, de qué manera vas a sobresalir. Qué manera de agobiarte más curiosa, porque sabes que no existe escapatoria. Tú solo te has encerrado en un mundo de mentiras y engaños, cuánta inspiración, cuánta imaginación. ¿Te sientes orgulloso? Pues deberías, no todos podemos jactarnos de ser buenos y a su vez tan despiadados. Y es ahí cuando me pregunto... ¿Es que acaso no ven la engañifa? Por supuesto que no, qué manera más injusta tienen de creerle, pues es obvio que lo hacen porque le temen. No pueden caer en la desesperación de no ser aceptados y no tener razón. Cuando una persona se suma a las masas, perdemos cada vez más a gente que es honrada. Todos siguiendo una mentira que es infame e inherente, tanto para él como para ustedes. ¿Debería decepcionarme? Pues es difícil, sabes, total ya me acostumbré a vivir en este mundo desquiciado. No me pidas que me calme, ¿cómo voy a hacerlo después de haberlo contemplado? Gente infame y sin escrúpulos, ¿cómo pueden vivir sabiendo lo que hacen, mintiéndole a vuestra familia y vuestro pueblo? ¿Cómo pueden vivir así? La gente que cree y confía quedará devastada cuando sepan que reside en su cabeza. Simplemente no pueden reconocer que están equivocados o al menos el mal que están causando. ¿Acaso piensan que solo orando y rezando todo quedará enmendado? Hacen mal condenando. Préstales atención a tus hijos y mira en qué se están reflejando. Les quitas su libertad, imaginación y sueños solo porque tu causa lo dicta. ¿Y con esa boca me lo replicas? Serán igual de infames y malditos que tú. ¿Cuál es la regla de oro que define quiénes somos? ¿De qué manera me acusan de demencia y paranoia cuando lo único que hago es intentar ayudar? Cuando haces algo por cambiarlo esperas ver gente razonando, no me digas que no. Ya no se trata de egocentrismo ni megalomanía, o al menos de siquiera ser reconocido. ¿Crees que lo que no funcionó antes funcionará ahora? ¿O puedo al menos saber si estoy eligiendo libremente, que todo lo que digo, que los pasos que doy al menos son decisión mía? 

Cada día sobresale un nuevo conflicto, siempre existe una nueva persona a quien acusar, a quien condenar, a quien juzgar y a quien humillar. Mientras algunos creen que es correcto, otros morimos en desesperación por miedo a decir lo que sabemos. ¿Quiénes saben la verdad sobre lo que están haciendo? ¿De qué manera se dejan manipular? Solo por una tenue voz de alguien quien dice estar muriendo en agonía y desesperación. Cuando a esas personas lo único que los mata es no poder llegar a la cima y poder reírse de ustedes y de quienes los refutan por hacer daño a las personas. Siguen una multitud, para no quedarse atrás en la tendencia de acusar al inocente y de creerle al que miente. Todos merecen el beneficio de la duda, más existe gente a quienes se la suda. No puedo dejar de caminar por la calle y tener la paranoia de que juzgan mis pasos y que me critican con descaro. Estoy harto de llegar a mi casa, mirarme al espejo y compararme con aquellos que sí están enfermos. Aquellos a quienes todo el mundo sigue y no les importa criticar lo que están haciendo, son ellos quienes se regocijan por tener dominio sobre vuestras mentes, por habernos engañado y por hacernos creer que lo que hacen es bueno y placentero, guiándonos uno a uno directo al infierno, diciéndonos que son con las mejores intenciones, cada uno por su lado, cada uno por su cuenta, influyendo en nuestra vida y haciéndonos creer que la elección es nuestra, derecho y libertad, cuando en verdad es una mera ilusión de nuestra realidad. El cómo nos rigen las normas, la cultura y la presión social, el cómo quieren guiarnos e influenciarnos, para así no solo salirse con la suya sino también destruirte y dejarte en la miseria absoluta, en la desesperación y la impotencia de no poder hacer nada. Ojalá poder revelar todas sus farsas, sus mentiras y engaños, que siempre te las dicen con una sonrisa o llorando. Esto no se trata de una conspiración o una ridícula confabulación, es bien sabido por todos, hasta tú lo reconoces, pero al igual que yo eres impotente por no actuar hacia lo correcto y mucho menos siquiera defenderlo. 

En un mundo donde cada quien lucha por su causa y justifica sus acciones en base a sus ideales y emociones, no todos pensamos igual, no todos queremos lo mismo, bien es sabido que a todos nos guía y rige un mismo objetivo, uno que inconscientemente hemos adquirido, en donde solo el más atento e intrépido es capaz de contemplar y que muy pocas personas llegarán a observar. El quedarse quieto y no hacer nada es algo que poco a poco nos mata. Qué tan lejos es capaz de llegar la tiranía de las personas con tal de verte devastado y solo reírse cruelmente y sin desgano, al mismo tiempo somos quienes nos condenamos y condenan a otros. ¿Es que acaso no ven la hipocresía? Y aquellos que sí quieren ser diferentes, que realmente quieren hacer lo correcto, aquellos que en todo momento hablan y dicen ¡basta!, que no se victimizan ni tiran la toalla, aquellos que no reclaman ni sobresaltan nada, aquellos que se esfuerzan por ser honestos y creer en lo correcto, que en ningún momento acusan o juzgan por completo, son los que más sufren, los que más toleran y callan con despecho, que nunca pueden decir nada y hacen todo por esperanza y optimismo, saben que actúan por lo que humildemente creen que es bueno. Y nosotros solo reconocemos sus errores, pero jamás resaltamos sus logros ni acciones, y cuando el cuerpo y la mente no aguantan más, cuando necesitan desahogarse y decir la verdad son los primeros que hemos de señalar, llamándoles necios egocéntricos y que todo hacen mal. Si tú afirmas vil y codiciosamente ser igual que ellos… ¡JA! ¿A quién estás engañando? Pues es obvio que no es con ellos con quien hablo, sino a ti. Te estoy retando, pues ya era hora de que alguien les ponga en su lugar y les demuestre cómo son de verdad. Se jactan de hacer lo correcto, pero en su consciencia saben lo miserables que se han vuelto, engañando a los demás y haciendo daño sin parar. Ponte en su lugar y al menos intenta asimilar cómo se siente de verdad, deja de aprovecharte de su ignorancia e inseguridad para así poder manipular y manejar a voluntad, de arruinarle la vida a los demás y tergiversar la verdad, ya que, si no se han dado cuenta todavía, incluso ustedes son manipulados y engañados, creyendo que viven a voluntad. Detente por un segundo y mira cómo se rige el mundo, entiende cuando te están mintiendo o usando, cuando estás actuando por voluntad propia o sigues siendo influenciado. 

Hay que saber diferenciar una absurda e hilarante conspiración a cómo es el mundo en realidad, que el verdadero problema es la presión social, donde la manera más fría y efectiva de atacar es en la conciencia humana, en su propia capacidad de razonamiento y entendimiento. En un juego donde incluso nosotros también caemos y perdemos, donde nadie queda absuelto y donde tú sufres primero, y después tus hijos, amigos y seres queridos, porque nadie se esfuerza por un cambio, y por los pocos que sí y que con determinación siguen día a día, espero que jamás se rindan y que a la hora de la verdad sean ellos quienes se juzguen a sí mismos y tengan el derecho de decir si fueron honestos e hicieron lo correcto. En lo que respecta a ti, deja de pensar por los demás, deja de ver y decidir por ellos y empieza a preocuparte por ti o por quienes dices amar, no decidas por aquellos que ves débiles y desamparados, ya que no necesitan de ti para sobresalir. Puedes ayudar, claro, puedes extenderles la mano, pero siempre teniendo en cuenta que no depende de ti decidir por ellos, no te desgastes en querer cambiar aquello que es irreparable. Reflexiona por un segundo y analiza todo lo que ves en este mundo, cámbialo si ves algo que puedas cambiar, sigue tus sueños, y si fracasas no intentes aplastar los sueños de los demás, sé más agradecido, después de todo aún sigues vivo, ¿no? Todo es tan sencillo y complejo al mismo tiempo y a pesar de lo irónico que suene eso, yo creo que es cierto, y que al igual que es fácil caer en manipulaciones y engaños, es más difícil enfrentarlos y erradicarlos, a pesar de que es fácil maltratar y ser maltratado, es difícil corregirlo y solucionarlo, a pesar de que es fácil predicar y jurar por lo correcto, a la hora de la verdad es difícil demostrarlo y defenderlo... Sin embargo, al final no vale estar desanimado, la vida es muy bella para contemplarla con asco y amargura. Si quieres dejar a un lado el desánimo y manipulación, el primer paso que puedes dar es educarte y guiarte a un cambio, para ser al fin la excepción y comprender que no vale de nada el victimizarse ni excusarse, sino el actuar y enfrentarte cada día para así salir adelante y no depender de nadie. No existe cosa más terrorífica en este mundo que ser codependientes, tanto económicamente como emocional y psicológicamente. Si quieres hacer un cambio, si quieres lograrlo, acepta que es algo complicado, mas no imposible lograrlo, y esfuérzate todos los días por demostrarlo, dile al mundo que estás aquí y que quieres ser escuchado. Recuerda que quien debe ver por sí mismo y salir adelante primero no es nadie más que tú, ellos no te deben nada, pero tú tampoco les debes nada.

   El concepto de paz es un término con varios significados que trascienden según su etimología. Si nos referimos a la "paz" como símbolo mundial, podemos entenderlo como: "Situación o estado en que no hay guerra ni luchas entre dos o más partes enfrentadas", lo cual se refiere a dos naciones fuera de conflicto. Propiamente una paz octaviana (paz política que es general y perdurable).

Ejemplificar la paz como un símbolo mundial es un concepto difícil, si no imposible, ya que no solamente las naciones están en constante conflicto, sino también el propio ser humano, ya sea por diferencias de ideales y pensamientos de índole religiosa o cultural, o bien por enfrentamientos políticos, económicos y socioculturales. Sin duda, pensar en adquirir o trascender a un pensamiento único e igualitario es o parece ser la solución más fiable, sin embargo, es lógico recalcar que esto es imposible e innecesario. Centrar a toda la humanidad en un mismo ideario volvería nuestra vida algo muy monótona y perezosa, llegando a un punto de agobio y fatiga constantes.

Por eso es bueno que cada uno tenga libertad de conciencia y pueda sobrellevar su vida de la manera en la que le resulte más fácil y cómoda, siempre y cuando el individuo no se haga daño a sí mismo ni a otros. No todos podemos tomar del mismo tazón de sopa y con la misma cuchara. Habrá incluso quien desee tomarla con un tenedor, y aunque suene descabellado y no se adapte a nosotros, puede que ese individuo en particular tenga sus razones para optar por tal decisión. Lo más justo es no enfadarse por ello, ya que el "libre albedrío" es muy claro al enseñarnos el "Vive y deja vivir". Cuando aplicamos eso, ya aplicamos en nosotros y en otras personas el concepto de "vivir en paz", que se refiere a: "Estado anímico de tranquilidad y sosiego que experimenta la persona no turbada por molestias, preocupaciones, etc."

Experimentar y vivir en base a nuestros propios valores y creencias y brindárselos a los demás de una forma pacífica, honorable y correcta, manteniendo un pensamiento flexible y humilde dispuesto a escuchar nuevos ideales, pero manteniendo una actitud regia y firme con los nuestros.

Una forma más fácil de vivir no es solo brindarle paz al resto, sino también a nosotros, y de manera minúscula y sutil regalársela a los demás para que así podamos disfrutar de una vida tranquila, de quietud y serenidad, y que la gente a nuestro alrededor también pueda sentir y experimentar ese sentimiento sano que todos anhelamos.

Obviamente, no podemos hacer felices a todo el mundo y no todos nos podrán hacer felices a nosotros, y está bien; sin embargo, el símbolo de paz que permanece unificado en cada persona también aplica de forma correcta y coherente tanto en uno como en los demás. Un pensamiento bonito que no busca unificar a todo el mundo en un mismo ideal, ya que eso puede llevar a personas a un efecto rebote que inquiete sus vidas de manera severa y grave, con la manipulación de individuos ciertas personas no van a sentirse felices consigo mismas, llegando a sentir rechazo hacia sí mismas, cayendo en un profundo y amargo vacío existencial.

La mejor manera de brindar paz a los demás es dejar de clasificar a las personas como "políticamente correctas" y no hacer sentir culpables a aquellos que no pasan estas etiquetas. Siendo un ser independiente, no debe sentir ningún tipo de remordimiento ni culpa por decisiones que haya o no elegido (dependiendo del contexto en cada situación). Esto nos lleva a la libertad de expresión, donde cada uno es libre de opinar y expresar cómo se siente, pero no debemos confundir esto y tergiversarlo, puesto que se genera un caos y conflicto muy grave.

Teniendo esa base nos percatamos del gran y severo mal que algunas personas pueden ejercer en los demás, con manipulaciones y engaños con supuestas buenas intenciones de por medio, personas que nos van a arrebatar nuestra libertad para hacerla suya, justificando cada acto y método requerido con un fin o propósito supuestamente moral, justificando sus acciones en base a sus valores, todos llenos de supuestas "buenas intenciones", cuando es de conocimiento general que las mejores intenciones trazan caminos de inseguridades y temores. Arrebatándonos nuestra propia paz y libertad junto con nuestra integridad, existen personas tan crueles que generalizan de una forma incorrecta y vulgar el significado de "La Paz", agenciándoselo para juzgar lo que no se debe juzgar y justificar lo injustificable, personas de toda índole que buscan su propio significado de "Paz" y que, al no poder conseguirlo, se lo arrebatan a los demás sin que ellos mismos se den cuenta.

No podemos darle paz al mundo, pero sí podemos darnos paz a nosotros mismos siendo felices y aceptándonos, sin la necesidad de la aprobación de nadie más, ya que siempre existirá alguien que te reclamará que estás errado y que los caminos que tomas te dejarán abrumado y estresado, sin saber ellos que nadie es juez para definirnos como seres humanos y decidir por nosotros qué es "vivir en paz".

"Vive y deja vivir", me decían, bendito el día en que aprendí a hacer caso y cerré mis oídos a aquellos que de manera consciente me estaban haciendo daño, queriendo cambiarme y también guiarme por caminos desolados. Siendo feliz por cómo eres y aceptándote tal cual eres, sin hacerte daño a ti mismo y a los demás, haciendo reír a los que te rodean, y siendo un apoyo incondicional hacia ti mismo es como más cerca estarás de sentir paz.

O al menos, esa es mi opinión. Es como realmente creo que, si las personas lo empezaran a aplicar, puede ser la forma en la que podamos tener paz real. Sin embargo, yo no soy quién para juzgar ni decir a los demás cómo deben pensar, pero sí lo respeto y no lo intento cambiar, no soy egoísta. A veces tienes que luchar cuando eres un adulto, enfrentarte a los demás para defender lo que es tuyo, pero también debes saber cuándo es mejor callar y dejar a los demás amargarse solos. No te frustres en cómo piensan los demás de ti o cómo crees que los harás felices, solo céntrate en buscar tu propia serenidad para así obtener paz.

- José Joaquín Díaz.  

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Los actos de caridad y altruismo son algunos de los principales valores y principios que se nos inculcan desde la infancia. Siempre se ha planteado el hecho de que mientras más bondadoso y altruista seas, más feliz serás. Pero, ¿hasta qué punto es cierto?

Para Sócrates, la dicha y la virtud se ven reflejadas en los actos y no en el placer o las compensaciones que les siguen. Él dijo: «Aquel que obra bien encuentra satisfacción en el conocimiento de que ha obrado bien, y no en los placeres que a este le siguen...»

Debemos realizar actos que nos hagan sentir dichosos, sentir esa dicha en la obra y no en el reconocimiento posterior a esta; sin embargo, es muy importante resaltar que el individuo no será feliz si en la obra se ve perjudicado física o emocionalmente.

Una de las frases más reconocidas de Don Quijote de la Mancha fue: «El hacer bien a villanos es echar agua al mar.» Con esto se resalta un factor crucial, y es que, si durante el altruismo en una acción terminamos agotados, estresados y exhaustos, la dicha y compensación se ven opacadas y reducidas al mero placer y recompensa carnal o material, y no en la acción en sí, formando entonces una postura defensiva en la que el individuo se desgasta constantemente hasta culminar todo en un estado abrumador en donde se arrepiente de sus actos.

El ser debe encontrar dicha y virtud en la acción realizada y no en la adulación y placeres que se manifiestan; más este no debe verse perjudicado y afectado por la obra misma.

Si entregas más de lo que te brindas a ti mismo tarde o temprano te verás lastimado por ello; por ende, aquellos que te rodean también sufrirán. Lo ideal es ofrecer equitativamente a lo que mereces, ya que es necesario ser un poco egoístas en la vida si quieres ser feliz. Siempre es importante ser bueno contigo en primer lugar, para posteriormente, ser caritativo con quienes lo requieran de la forma en que sepas que es correcta.

El objetivo de ayudar y ser altruista es entregar de manera honesta y sincera la misma comprensión y asistencia que estés en capacidad de ofrecer al resto y a ti mismo, puesto que, de nada sirve regalar todo y quedarte sin nada. Si precisas hacer feliz a los demás, prioriza hacerte feliz, puesto que, si eres caritativo con el único objetivo de exigir y reclamar, tu fin e ideales se verán opacados y oscurecidos con la verdadera naturaleza egoísta de tus intenciones, y el tiempo dará la razón a quien tenga que. Mas si quieres ser feliz, recuerda siempre el ayudarte, quererte, respetarte, aconsejarte, guiarte y educarte, de igual forma como lo harías con el prójimo.

- José Joaquín Díaz Ollague.