Hunter's Dream

febrero 17, 2021



Hunter's Dream

José Joaquín Díaz

 

Cada vez que miro al cielo, por mucho que intente no puedo evitar deslumbrarme con aquella enorme luna, aquella que consciente o no, impone de manera majestuosa su incandescente brillo sobre mí.

 

Recuerdo que, cuando apenas era un niño, tenía la alocada idea de que constantemente me seguía, y que no descuidaba ni uno de mis pasos; en repetidas ocasiones volteaba a ver al cielo y ella seguía ahí, tan estática y serena. En aquel entonces no sentía miedo, más bien, era una curiosidad inocente como la de cualquier niño; sin embargo, hoy no me cabe duda de ello, estoy más convencido que nunca: —¡¡¡La luna me está siguiendo!!! (Y quiere algo de mí).

Aun no puedo descifrar el que, más algo espera de mí de eso estoy convencido; no se si volverme loco o directamente un desquiciado, perder por completo todo rastro de cordura y sanidad, o peor aún, ahogarme en un extenso mar de soledad y silencio, en donde no importa cuánto grite y exaspere nadie nunca escuchará ni comprenderá cuando diga que: la luna me dice cosas…

 

Cada noche siento como su luz irradiante me toca de forma delicada y gentil, como si de la caricia de una madre se tratase, que busca consolar a su hijo quien lo ha pasado mal en su primer día de colegio; sin embargo, un sentimiento de angustia y desesperación me invaden cada vez siento aquel frio y difunto manoseo. Siento como si estuviera tratando de llamarme y con ello arrastrarme por un sendero tenebroso y oscuro, engañándome con aquel delicado tacto y pintándolo como si en realidad tuviera buenas intenciones: —El camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones —me respondí a mí mismo en voz alta. Aquella era una frase que me decía mi abuela, y de la cual estoy más convencido hoy en día, aun no comprendo por qué lo dije en alto, probablemente haya sido un reflejo involuntario de mi subconsciente por expresar desesperadamente mis pensamientos y angustias. Aun si alguien llegara a escucharme, de que serviría…

 

tristemente puedo afirmar sin ánimo de duda que probablemente sea el más cuerdo de todo el mundo que me rodea, pero, ¿por cuánto tiempo más?, cuanto más eh de conservar mi juicio y tener la suficiente consciencia para comprender que algo no está bien, a diferencia de como muchos me quieren hacer creer: estoy rodeado de bestias, todas sedientas de carne y conocimiento, pero no puedo evitar preguntarme; ¿qué tan diferente soy a ellos?, hasta cuanto tiempo, e incluso, si aun soy humano o igual ya me eh convertido en una bestia. Lo único que puedo asegurar con total firmeza y sin titubear, es que; la noche será larga, la luna se alza empoderada ante nosotros, y que al final de esta travesía, algo en mi será diferente….


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1 comentarios

  1. El sueño del cazador cucho!!! En este pasa algo raro en la diagramación, las letras de la izquierda se pierden un poquito.

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