Prisoner's Awakening

José Joaquín Díaz

Un prisionero es aquel que siente el peso del aislamiento,

un desencadenado es aquel que es libre del encierro,

un liberto es aquel que por medio de la fidelidad y lealtad alcanza su libertad,

un hombre libre es aquel que no siente culpa ni remordimiento,

pero un hombre honesto reconoce cuando no es nada de eso.

 

No soy más que un condenado, que arrastra las cadenas del pasado,

un pasado de pecados, de atrocidades y engaños, con promesas vacías y rotas

que se desmoronan y retuercen por toda la realidad,

no soy si no un testigo más, del daño que he causado, y que tantas vidas ha cobrado,

¿de qué le sirve la vida a un hombre, si esta ha perdido todo valor y significado?

 

Puede que no lleve esposas o una herropea, y me presente como un hombre sin cadenas

pero sin importar cuanto corra o esquive, no existe forma de que olvide

pues no es sino una falsa libertad, que camufla la evidente verdad,

 estoy condenado a vivir en este bucle, donde lo único que nunca cambiará,

es el terrible peso que mi consciencia siempre arrastrará.

 

 

Oh bendita culpa que me ha despertado,

de este terrible sueño de manipulaciones y engaños

que siempre me asechará, y que siempre me mortificará,

que durante tanto tiempo me ha disfrazado, y que al final me ha desfigurado,

mas no era otra cosa sino la negación en mi corazón, que me hecho evadir la realidad.

 

No existe la libertad para mí, porque no importa cuánto huya

siempre he de volver al mismo lugar lúgubre y pútrido,

en donde no hago más que recordar e inmortalizar

aquellas memorias que jamás podré evadir,

y que hoy en día se han convertido en las cadenas que yo mismo escogí.