Nunca te enamores de un soñador

José Joaquín Díaz

 

 

Nunca te enamores de un soñador, puesto que siempre tendrá una perspectiva y concepción de ti que van más allá de cualquier representación artística, más allá de los poemas, más allá de la música, más allá de la escultura y pintura, pero principalmente más allá de lo que incluso tú puedas imaginar.

Nunca caigas en el sueño de amar, ya que has de lastimar de la misma manera en que terminarás lastimado, y veras la realidad cuando ya sea demasiado tarde, y no harás más que lamentarte y maldecirte por haber creado un paisaje más mágico y encantador de lo que en realidad era. Aun así, nunca pierdas el deseo de amar nuevamente, puesto que siempre llegará de una u otra forma, solamente procura no volver a cometer el imperdonable error de soñar un amor que no es real.

Nunca te enamores de un soñador, ya que las emociones pueden ser engañosas y hacernos ver una persona que en realidad no está ahí, así como podemos ver un campo de rosas, cuyo apasionante tinte no es más que la sangre derramada por el dolor que no puedes ver, y que un soñador siempre usará como pigmento para crear sus más bellas pero desgarradoras obras, obras tan hermosas que tú serias incapaz de imaginar.

Nunca dejes que tus sueños construyan tu realidad, ya que tendrás que mirar a fuera tarde o temprano, y el exterior no te va a gustar, peor aún, puede que te llegue a horrorizar y al principio renegaras y preferirás seguir soñando. Entonces, te ahogarás en tu propia imaginación, y los pigmentos que usarán en el lienzo de tu vida, serán el azul profundo del mar.

Nunca te enamores de un soñador, por qué siempre te destrozará, ya que de manera inconsciente siempre creara historias, canciones, paisajes y personas más idealizadas de lo que son tras la cruda mirada de la verdad, y la verdad va corriendo por el mundo avergonzada de su desnudes, esperando a que alguien la acepte sin necesidad de cubrirla con un manto lujoso de sueños y engaños.

Un soñador siempre verá por encima de la verdad un amplio lienzo de oportunidades, en donde ha de plasmar sus más majestuosas obras, sin pensar en que estas mismas obras son tan hermosas como falsas, idealizando un mundo que no existe, con amores que no son reales, y con una percepción y concepción tan extraordinarias que nadie este mundo pueda siquiera imaginar. Por ende, nunca te enamores de un soñador, por qué vive de su arte, así como su arte vive de sus sueños, sueños que buscan cubrir la desnuda verdad en la que vivimos.